Con una renovación total en su segunda generación, el Peugeot 2008 2021 se ha revelado como uno de los crossover compactos más exitosos de nuestro mercado. Te contamos por qué.
Tras más de siete años y un par de actualizaciones en el modelo previo, el Peugeot 2008 se puso a tono con las exigencias del mercado internacional. Renovó completamente su oferta, partiendo de una imagen en la que hace mucho más arraigada y contundente su identidad felina, sumando elementos de confort y seguridad que la hacen muy atractiva ante la competencia.
En los últimos años, Peugeot ha resaltado dentro de las marcas del Grupo PSA por su alto nivel de diseño y la experiencia que brinda tanto a conductor como a ocupantes al interior de los vehículos. El nuevo 2008 no fue ajeno a esta filosofía, con tintes de lujo en gran parte de su conjunto.
A simple vista
Salta a la vista la impresionante renovación estética en el nuevo Peugeot 2008. Ahora, la identidad del ‘león’ está plasmada en las ópticas con franjas verticales en LED, así como las luces diurnas de “colmillo de león”, simulando las garras del felino. Todo esto sobre un paragolpes musculado y junto a una gran parrilla de entramado tridimensional.
Al verlo de costado, su línea de cintura muestra sutileza y una bifurcación en la puerta trasera, que da paso a un techo en negro brillante con efecto flotante, que además integra pequeñas barras de techo. Hacia la parte baja hay plásticos en negro mate y apliques cromados, equipando rines diamantados en bitono de 18 pulgadas.
La parte trasera mantiene la concordancia del diseño con líneas rectas y agresivas, matizadas con las luces traseras con las tres líneas verticales en forma de “garra de león”, y una franja negra brillante con el nombre de la marca. En la parte superior integra un spoiler negro brillante, y hacia abajo un bumper en plástico negro con reflectivos y apliques cromados.
Puesto de conducción
El acceso a la cabina de la Peugeot 2008 es cómodo al contar con sistema Keyless Entry, además de una buena altura de la carrocería al suelo y un ajuste manual para asientos y volante. La comodidad de las sillas es buena, con buena sujeción y buena visibilidad hacia todos los ángulos del vehículo.
Con la segunda generación del interior “i-Cockpit”, Peugeot le sigue apuntando a mejorar la experiencia de conducción y conexión con el vehículo, lo que se hace evidente en su volante pequeño con mandos intuitivos, y el impactante cluster digital adaptable con visual en 3D.
También contribuye a esto la accesibilidad a los diversos mandos del carro, requiriendo un recorrido corto del brazo y un tacto sencillo para el manejo de los mandos en forma de tecla de piano en la consola. Así mismo, es cómoda en su accionamiento la palanca de cambios tipo ‘joystick’, que se apoya en las levas tras el volante para el manejo en modo manual.
Mecánica y prestaciones
Esta segunda generación del Peugeot 2008 llega con un motor PureTech 1.2 litros turbo, de tres cilindros y 12 válvulas, que produce 155 caballos a 5.500 rpm y un par de 240 Nm a 1.750 rpm. Para la versión GT-Line, objeto de este análisis, se acopla a una transmisión automática de ocho velocidades, tres modos de manejo y tracción delantera.
Por su parte, el conjunto de suspensión es independiente tipo McPherson adelante y semi-independiente con barra de torsión en la parte trasera. Los frenos son de discos ventilados adelante y discos sólidos atrás, con asistencia ABS y EBD. Así mismo, la dirección equipa asistencia eléctrica con un radio de giro corto.
El motor es muy prestacional aún siendo un bloque pequeño. Ofrece rápida respuesta en modo normal o Sport, con ágil en la entrega del par y el accionamiento de la transmisión, que en ciertos casos tiende a ser brusca entre marchas. Sin embargo, en modo “Eco” hay evidencia de ‘Turbo Lag’ y demora en la búsqueda de la marcha con el mayor par disponible.
Conclusiones
La renovación generacional le sentó muy bien a este Peugeot 2008, poniéndose a tono con la nueva línea de diseño de la marca proveniente del 208 y ya impresa a nivel mundial en los 3008 y 5008. Sin duda Peugeot es una de las marcas con identidad más fuerte, y eso se nota en sus vehículos.
La experiencia en la conducción que Peugeot quiere entregar con el i-Cockpit de segunda generación es un factor relevante a tener en cuenta, al lograr tener una buena conexión entre el conductor y la máquina con elementos intuitivos y confort en la acción de conducir, traducida también en comodidad para el resto de los ocupantes.