Prueba nuevo BMW X5 M50d
Probamos a fondo la tercera generación del SUV más deportivo del mercado.
Viajamos hasta Sierra Nevada donde se celebra la BMW xDrive Xperience para probar en exclusiva el nuevo X5, y para poner a prueba un modelo tan especial no nos hemos conformado con las versiones normales, sino que hemos recurrido al más potente de la gama, nada menos que a la versión ///M Performance.
Esta tercera generación del SUV de Múnich renueva al que salió al mercado a finales de 2006 (prueba completa del modelo), y sobre el papel lo mejora en todos los aspectos, nosotros lo hemos probado a fondo para contarte cómo va.
Diseño Exterior
Si las dos primeras generaciones del X5 destacaban por un sobresaliente diseño deportivo y su estilo diferenciado, bastante alejado de sus competidores que permanecían fieles al concepto ‘clásico’ de un SUV o todoterreno de lujo, esta tercera versión vuelve a tomar ventaja sobre los modelos de la competencia con unos contundentes trazos rebosantes de deportividad.
Las medidas exteriores han aumentado, llegando hasta los 4’89 metros de longitud (por 4’85 del anterior) y 1’94 de anchura (por 1’93 del anterior) dando más solidez y robustez al diseño, y a pesar de que pueda aparentar demasiado voluminoso, sigue manteniendo esa imagen y dinamismo propio de los modelos BMW.
El mayor cambio estético afecta al frontal, que hace gala del nuevo diseño que ya usa el Serie 3 que probamos recientemente y que poco a poco está incorporándose en todos los modelos nuevos de la marca, un frontal que hereda a la perfección el faro de doble óptica típico de la marca y amado por los puristas pero convenientemente actualizado y que logra perpetuar esa mirada agresiva y deportiva inherente a cualquier BMW.
En esta versión ‘M’, el agresivo paragolpes delantero acoge unas enormes entradas de aire que enfatizan la deportividad del conjunto y unas salidas de aire laterales, todo ello perfectamente estudiado desde de punto de vista aerodinámico para mejorar el flujo de aire y reducir el consumo de combustible.
La parte trasera también ha sido objeto de nuevos cambios y aunque resulte muy similar a la de su predecesor, recibe una completa actualización que la mantiene en consonancia con la apariencia lujosa y moderna del resto de la carrocería. Unos nuevos trazos más modernos que acentúan su belleza, con unos pilotos más afilados y un portón más ancho que otorgan una imagen más imponente.
Ademas, las gigantescas llantas de 20 pulgadas opcionales (19″ las de serie) rematan el contundente diseño de este espectacular BMW.
Interior
Si el habitáculo de la anterior generación del X5 ya nos parecía un compendio perfecto de tecnología, modernismo y refinamiento, el nuevo modelo lleva un paso más allá estos conceptos empleando un conjunto de materiales, acabados y diseño que lo sitúa en la vanguardia de los SUV de lujo.
Un espacioso interior que no tiene nada que envidiar a los grandes monovolúmenes, y unos ajustes y detalles dignos de cualquier berlina de lujo son las primeras impresiones nada más acomodarnos en las enormes y cómodas butacas -con regulación eléctrica para el conductor y el acompañante- forradas con exquisita piel al igual que el resto del interior. Tanto en altura como en anchura, la sensación de amplitud en el nuevo X5 es sobresaliente, y el uso de materiales nobles nos rodea, creando una atmósfera de lujo y elegancia.
En el salpicadero encontramos las familiares formas que visten al resto de la gama, pero con un plus de modernidad. El cuadro de instrumentos es más grande que el anterior, mantiene los grandes marcadores esféricos de muy fácil lectura y con unos grafismos agradables a la vista.
En el centro encontramos el Display de Control, una gran pantalla LCD transflexiva de 8’8 pulgadas en la que se muestra de forma clara toda a información y funciones que controlamos a través del mando iDrive de la consola central. Esto incluye la información del ordenador de a bordo, la configuración del sistema de sonido y la radio, las indicaciones del sistema de navegación, la información del tráfico en tiempo real y el estado actual del vehículo.
El volante de nuestra versión es totalmente diferente al resto de la nueva gama X5, no hemos podido conducirlo con el volante de las versiones menos motorizadas pero sí en el X6, por lo que las impresiones de conducción son similares (prueba BMW X6). En cuanto al que nos ocupa, es el mismo volante que se está implementando en toda la nueva gama de versiones ///M, y que podríamos catalogar como uno de los mejores volantes que hemos tenido oportunidad de manejar, tanto por diseño -mezclando lo clásico con lo moderno- como por calidad de materiales y tacto.
La similitud con los volantes de las antiguas generaciones ‘M’ es algo que suele gustarnos a todos los aficionados al motor, y este combina a la perfección las formas clásicas con los trazos modernos. El diámetro del aro nos parece algo grande, pero el grosor y la calidad de la piel empleada son bastante agradables y dan buena sensación de calidad. Como es habitual, en los radios horizontales encontramos algunos botones y mandos para controlar funciones básicas, y tras estos aparecen las levas del cambio, de un tamaño y accionamiento perfecto.
Entre los asientos, en la gran consola central, encontramos algunos botones de configuración de los modos de conducción, pero destacan la palanca de cambios -con la correspondiente inscripción M- y el controlador iDrive Touch, compuesto por una serie de botones y un mando redondo con los que manejamos el sistema iDrive. El nuevo mando circular es más grande e integra un novedoso panel táctil con el que podemos escribir con el dedo como en un ‘touch pad’, brindándonos la posibilidad de introducir fácilmente destinos para el sistema de navegación escribiéndolos a mano.
Un poco más atrás, entre los respaldos, el gran reposabrazos doble oculta un gran hueco en el que podemos guardar hasta botellas de un litro, también están ahí las entradas auxiliares de ‘jack’ y USB. Delante de la palanca de cambios también hay un espacio con tapa corredera que alberga el portabebidas doble , y donde podemos meter objetos como la cartera, llaves o teléfonos móviles. Bajo el módulo de accionamiento de las luces, en la parte inferior izquierda del volante hay otro pequeño cajón, aunque de pequeña capacidad.
Las guanteras de las puertas también son amplias y tienen una separación para meter por un lado una botella de hasta 1’5 litros y por otro papeles u otros utensilios. Para los pasajeros de las plazas traseras, además de los mencionados en los huecos de las puertas tienen uno pequeño en la prolongación de la consola central. Detrás de los respaldos delanteros se pueden colocar revistas o papeles, y el reposabrazos central trasero tiene un portabebidas doble y una pequeña guantera.
Y hablando de la parte trasera, si delante el espacio es asombroso, detrás tenemos amplitud a raudales. El enorme asiento trasero puede albergar a tres ocupantes con absoluta comodidad y espacio, no solo por anchura, sino por la gran altura disponible y por un suelo plano en el que apenas se nota el túnel de transmisión. Además, para más comodidad tenemos la posibilidad de variar el ángulo de inclinación del respaldo de los dos asientos exteriores o desplazarse 80 milímetros hacia adelante y hacia atrás divididos en la proporción 60:40. Todo esto permite ampliar el espacio para las piernas y el equipaje según sea necesario. También se dispone de dos salidas de aire para los pasajeros colocadas en la prolongación de la consola.
Maletero
Si el gran espacio para los ocupantes es uno de los puntos fuertes del nuevo X5, el maletero no se queda atrás, y con una capacidad de 650 litros es capaz de cargar holgadamente con el equipaje de cinco ocupantes, pero por si necesitamos más, podemos abatir los asientos traseros con lo que aumentamos la capacidad hasta unos generosos 1.870 litros. Tenemos más opciones para ampliar la capacidad del maletero que son abatiendo los respaldos o moviendo los asientos hace adelante, pero además hay un enorme cofre bajo el piso de carga que en algunas versiones puede llevar la rueda de repuesto.
El enorme portón se abre en dos mitades horizontales, lo que añade un plus de practicidad. La parte inferior queda enrasada con el plano de carga creando una plataforma nivelada que permite apoyar el equipaje antes de acomodarlo en el interior. La apertura se realiza de forma eléctrica, bien con un botón desde el interior o desde la propia llave, aunque nosotros tuvimos algunos problemas para ‘entendernos’ con este sistema.
Capítulo 2 >>>
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