Prueba Mini Countryman SD (28-03-2013)

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Prueba Mini Cooper SD Countryman

Esperando la inminente llegada a los concesionarios del nuevo Paceman, hemos podido probar el Mini más grande de la gama actual, el Countryman. Un vehículo con aspecto de crossover, medidas compactas, y con toda la personalidad Mini.

El Mini Countryman -denominado internamente R60- salió a la venta en 2011 para cubrir el nicho de mercado con más auge, el de los crossover de tamaño compacto, aportando a la vez una solución para esos clientes que buscan un coche diferente pero que necesitan más espacio del que ofrece el Mini convencional y el Clubman.

Además, es el primer modelo de la marca que ofrece cinco puertas, unas plazas traseras con espacio real y un maletero digno de llamarse así. Puede equipar tracción integral, aunque como veremos a continuación, no tiene aptitudes de todoterreno, sino más bien de todocamino light.

En la presentación de la gama Mini 2012 pudimos tener una primera toma de contacto con el Countryman y nos dejó bastante impresionados.

Diseño Exterior

Como es costumbre en la marca anglo-alemana, cada modelo de Mini tiene un diseño bastante peculiar y bien diferenciado del resto de sus competidores. El Countryman no iba a ser menos, y vuelve a salirse de convencionalismos con una estética rompedora que no deja indiferente, o gusta mucho, o no gusta nada.

En general tiene una silueta bastante proporcionada, y aunque es bastante funcional, la distribución de puertas, ventanas y elementos exteriores tiene caprichos estéticos que pueden resultar poco atractivos. En su carrocería reconocemos rápidamente las formas cúbicas del hermano pequeño pero sobredimensionadas para equipar dos puertas laterales y un gran portón trasero.

El Countryman tiene elementos y detalles de vehículo 4×4, como una altura al suelo algo más holgada de lo normal para poder superar pequeños obstáculos en conducción offroad… o quizás para poder ofrecer ese puesto de conducción alto de los todo-terreno que tanto gusta a algunos conductores. También lleva pasos de rueda de material plástico y unas pequeñas protecciones en la parte inferior de los paragolpes.

A pesar de su tamaño compacto -solo 4’11 metros de largo- BMW ha confirmado que este será el Mini más grande que la marca producirá jamás, ya que uno más grande no sería aceptable para el concepto ‘mini’. Gert Hildebrand, responsable del estudio de diseño, declaró que la aparición del Countryman está justificada históricamente: “Sir Alec Issigonis se aferró a la base de los principios de ingeniería del Mini y los amplió en la gama Austin-Morris 1100/1300”.

En la parte delantera destacan los grandes faros que siguen siendo ‘más o menos’ redondos pero se prolongan hacia las aletas y dotan al frontal de una mirada más agresiva. En el interior llevan un llamativo proyector central, que en las versiones más potentes es de color negro en vez de cromado. El morro cuadrado y recto, y la doble calandra con los antinieblas integrados terminan de aportar ese aspecto agresivo y rudo del que carecen los modelos pequeños de la marca.

El resto del exterior destaca por las musculosas formas que actualizan la imagen del Countryman y refuerzan su nuevo espíritu de 4×4. En el lateral, la cintura alta con marcados hombros pierde algo de su fuerza en el techo abovedado y en la tercera ventanilla, que nos recuerda a la del Panda. Detrás, su enorme y liso portón pide a gritos algo más de decoración y una luneta más grande.

Interior

En el interior destaca la luminosidad que otorga la gran superficie acristalada -ampliable más aún con un techo panorámico opcional- y sobre todo el gran espacio disponible, no ya sólo comparado con el Mini de dos puertas, sino con respecto a algunos compactos de otros fabricantes que superan ampliamente los cuatro metros y que no son capaces de ofrecer un habitáculo espacioso, como por ejemplo el Volvo V40.

En el Countryman notamos cómo la mayor altura del techo y las cuadradas formas del exterior tienen su reflejo en el espacio interior. Hay mayor distancia hasta el techo y el espacio para las rodillas es más que aceptable, con una postura de conducción más erguida pero igualmente cómoda y una banqueta trasera bastante amplia en longitud, pero que en anchura se queda corta para acomodar a tres personas.

El salpicadero es prácticamente el mismo que en el resto de la gama Mini, aunque si bien en esta versión ‘grande’ nos hubiera gustado encontrar algo más de diferencia, un diseño más adecuado a su vocación rutera. La distribución y forma de los elementos -que estéticamente tendrán su público- siguen sin convercer, estando demasiado supeditadas al diseño, lo que penaliza la ergonomía. Solo hay que ver el pequeño marcador o la ubicación de los mandos de la consola central.

La calidad de los materiales y ajustes es buena, aunque la apariencia de algunos plásticos deja que desear y apenas hay zonas acolchadas, que siendo de origen BMW y a juzgar por su precio sí que debería haberlas. En un Lexus CT 200h hay bastantes. No nos han gustado tampoco los pedales, demasiado pequeños, pero sí el freno de mano, bastante cómodo de accionar ya que es de palanca transversal, algo parecido al freno aeronáutico que llevaba el Renault Megane II.

Maletero

Buen tamaño y plano de carga bajo, pero sobre todo, boca de carga amplia gracias al enorme portón del que antes hablábamos. La capacidad es de 350 litros ampliable hasta los 1.170, pocos vehículos de poco más de cuatro metros pueden alcanzar este volumen de carga. Por contra, no lleva rueda de repuesto ni siquiera de emergencia.

Motor

Mención especial merecen las motorizaciones del Countryman, especialmente en las versiones ‘S’. Tanto el 1.6 turbo de gasolina e inyección directa con 184 cv como el 2.0 turbo diesel -que es el de la unidad probada- son una maravilla técnica.

Este propulsor de gasoil, heredado directamente del BMW Serie 1 -los anteriores eran Toyota y PSA- rinde nada menos que 143 cv y 305 Nm. La entrega de potencia es de las más contundentes que hemos visto en nuestras últimas pruebas, con un comportamiento suave mientras seamos cautos con el acelerador, pero explosivo y rápido cuando apretamos ‘a jierro’.

Conducción

Sin duda, lo mejor de cualquier Mini es el placer que ofrece su conducción, los que habéis conducido uno sabéis de qué hablo. El Countryman, a pesar de su mayor tamaño y peso, hace gala de este ágil y preciso comportamiento.

La posición al volante es elevada y erguida, muy buena para mantener una conducción rápida en carreteras de curvas o circular ágilmente por vías urbanas que requieren mucho uso del volante y del cambio, y en los que se necesita buena visibilidad periférica.

El tacto de la palanca de cambios y de la dirección son muy precisos, aunque un poco más de grosor en el aro del volante sería perfecto. En el acabado John Cooper Works está disponible un volante tapizado en alcántara que ofrece un tacto magnífico para conducción deportiva.

El Countryman es tracción delantera, aunque opcionalmente puede equipar el sistema de tracción total ALL4. El diferencial trasero integra el embrague multidisco -fabricado por GKN-, resultando un módulo bastante compacto. Este módulo detecta las pérdidas de tracción en el eje delantero y reacciona en menos de una décima de segundo, permitiendo que pase parte del par disponible -o incluso el 100%- al eje trasero.

Como curiosidad, y, aunque parezca imposible, el Countryman lleva el segundo árbol de transmisión más largo de todo el grupo BMW. Esto se debe a la disposición transversal del motor y caja de cambios. El único modelo del grupo alemán con un árbol más largo es el Rolls Royce Phantom de batalla larga. Además, este árbol está diseñado para que se doble en una colisión, absorbiendo así parte de la energía del impacto.

Características y equipamiento
Potencia 143 CV (105 kW) / 4.000 rpm
Par máximo/revoluciones 305 Nm / 1.750-2.700 rpm
Aceleración 0-100 km/h 9,3 s
Velocidad máxima 198 km/h
Recuperación en IVª/Vª 80-120 km/h 7,9 / 10,1 s
Consumo urbano 5,2 l/100 km
Consumo extraurbano 4,3 l/100 km
Consumo combinado 4,6 l/100 km
Emisiones de CO2 122 g/km
Peso en vacío (DIN/UE) 1.320 / 1.395 kg
Peso máximo permitido 1.790 kg
Carga máxima del techo 75 kg
Volumen del maletero (mín.-máx.) 350 -1.170 litros
Depósito 47 litros
Dimensiones (Largo x Ancho x Alto) 4.110 x 1.789 x 1.561 mm
Precio básico 28.950 €

En resumen, el Countryman, como cualquier Mini, es producto muy bien hecho, que esconde bajo su apariencia desenfadada y moderna una gran complejidad mecánica y técnica. En una carrocería realmente compacta ofrece gran polivalencia y más espacio del que cabría imaginar. Su diseño puede no gustar, pero cuando lo conduces, cuando lo conoces, cuando te das cuenta de todo lo que es, irremediablemente acaba gustándote. Si además eres de los que puede permitírselo, su amplio catálogo de opciones te permitirá personalizar y equipar tu coche con un sinfín de accesorios.

Galería completa de Fotos

(pincha en la imagen para ampliarla)

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Texto y Fotos: JuanGa RR.

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