Prueba Volkswagen Golf VII
Llega a los concesionarios la séptima generación del Volkswagen más vendido de todos los tiempos. Gilauto, concesionario oficial, nos cede una unidad para que lo pongamos a prueba.
Desde que salió al mercado en 1974, el Golf no solo ha sido líder de ventas de su segmento, sino que ha creado una legión de seguidores por todo el mundo, convirtiéndose en un coche de culto y siendo objeto de increíbles preparaciones, e incluso, en sus primeras versiones, un codiciado objeto de colección.
Esta irrefrenable pasión tiene su razón de ser en que Volkswagen ha sabido imprimir al Golf una personalidad propia, con un diseño y calidad que lo han situado desde el principio un paso por delante de sus competidores, y que son los responsables de que todavía hoy veamos circular por nuestras carreteras unidades de las primeras en perfecto estado de conservación.
Y es que el tiempo no pasa igual en un Golf que en las demás marcas, en las que cada nuevo modelo devalúa al que sustituye, mientras que cada nueva generación del compacto alemán dignifica a las anteriores, aportando valor y distinción a sus predecesores, y manteniendo el precio de cotización muy por encima de el de sus competidores.
Por todo esto, motores, acabados y hasta la estética de cada una de sus generaciones han sido el punto de referencia e inspiración para muchos fabricantes de automóviles a la hora de diseñar sus modelos de tamaño medio. Incluso las marcas premium, que hasta hace relativamente poco no disponían de un vehículo compacto en su gama, se han visto obligadas a incorporar uno para no perder bocado en este nicho de ventas en el que el Golf ha estado siempre a la cabeza.
Esta nueva oleada de compactos de lujo -iniciada con el Audi A3 a finales de los años noventa- viene con fuerza, y con la reciente incorporación a este segmento de Mercedes con su nuevo Clase A, BMW con el renovado Serie 1, Volvo con el nuevo V40 y Lexus con el CT, se le ponen las cosas difíciles al Golf, aunque tras haber podido probarlos todos, ya os adelantamos que el compacto de Wolfsburg viene con fuerza y no cederá su posición así como así.
Pero, seguirá siendo este nuevo modelo tan bueno como los anteriores? Estará a la altura de sus nuevos competidores? Te lo contamos todo a continuación.
Diseño Exterior
La carrocería del Golf VII presenta un planteamiento estético totalmente nuevo, alejándose de las formas redondeadas de anteriores versiones para hacer uso de pronunciadas aristas y marcados ángulos, que perfilan la silueta y otorgan gran personalidad y dinamismo al conjunto.
Este renovado diseño se asienta sobre la nueva Plataforma Modular Transversal MQB del grupo VAG, siendo el primer modelo Volkswagen que la equipa. Este nuevo chasis, empleado de ahora en adelante en modelos de la marca Seat, Skoda, Volkswagen y Audi, permite una estandarización de componentes y procesos, ya que puede adaptarse a distintos tamaños de carrocería, y puede acoger los distintos motores y cajas de cambios, abaratando los costes de fabricación. Además, gracias al uso inteligente de materiales permite ahorrar 40 Kg.
Pero las ventajas del nuevo bastidor modular no acaban aquí, ya que el aumento de batalla que se consigue al tener el eje delantero 40 mm más adelante permite un mayor aprovechamiento del espacio interior y un voladizo delantero más corto. Además, el nuevo Golf también crece en longitud y anchura, por lo que recupera una apariencia más equilibrada.
Ahora, tenemos la impresión de estar ante un coche más bajo y más plano, sensación que se ve acentuada por unas marcadas nervaduras horizontales que le confieren un aspecto robusto y una afilada línea. A pesar de esta evolución, seguimos encontrando esa continuidad estética con sus predecesores y ese aspecto genuinamente Volkswagen que tanto nos gusta.
El nuevo frontal es más afilado e incisivo, y las prominentes aristas del capó junto con las nuevas ópticas -situadas ahora más abajo- imprimen contundencia a la parte delantera. Sigue llevando el doble faro característico del Golf, pero los proyectores ya no son redondos, sino hexagonales o cuadrados, según versiones, e integra la luz diurna. La calandra es más estilizada y el paragolpes tiene entradas de aire más marcadas.
La longitud del vehículo, 56 mm más, junto con la menor altura, un techo de más longitud y la luna delantera plana conforman una silueta afilada, dotando al compacto alemán de un aire deportivo del que carecían los anteriores Golf. El pilar C, una de las señas de identidad del modelo, sigue teniendo la misma forma y proporción, pero con un ángulo más marcado y personal, e integra perfectamente la tapa del depósito de combustible, ahora de forma romboidal, en paralelo con la caída de la puerta trasera.
La mayor anchura del chasis se deja notar también en la parte trasera, que gana solidez y deportividad. Esta sensación se ve aumentada por unos rasgados pilotos traseros con luz interior en forma de “L”. El portón trasero deja de ser liso y lleva dos acentuadas líneas que le aportan dinamismo, y al igual que en los últimos modelos, el anagrama bascula para abrirlo.
La luna trasera tiene un tamaño considerable, de las más grandes que hemos podido ver entre la gama actual de vehículos compactos, algo muy de agradecer desde el punto de vista de la visibilidad interior y que parece haber sido olvidado por algunas marcas, como Volvo en su V40. Está rematada por un pequeño spoiler superior que integra la tercera luz de freno.
Las llantas que equipaba nuestra unidad -calzadas con unos Michelin Energy- son un poco anodinas, pero las versiones con acabados superiores disponen de diseños más acertados y atractivos, teniendo un abanico de posibilidades de entre 15 y 18 pulgadas en un total de 14 modelos diferentes de llantas, de los que 3 corresponden a diseños exclusivos de Volkswagen R.
Por lo demás, volvemos a encontrar los detalles habituales que nos recuerdan que estamos ante un Golf. Detalles como las manetas de las puertas, de gran tamaño y solidez, o la ubicación de los espejos exteriores, que no pudiendo ir en el vértice de la puerta por ser de ventana partida, no se recurre a la solución “fácil” de colocarlos en la puerta y van con un soporte oblicuo como vemos en esta imagen, sin estorbar ni crear ángulo muerto.
En conjunto podemos decir que el diseño exterior del nuevo Golf VII es bastante acertado, y si bien las anteriores generaciones quizá estaban algo faltas de carácter, en este nuevo modelo encontramos un diseño más logrado, con más personalidad y con una pequeña concesión a la deportividad, todo ello sin perder la elegancia y sobriedad alemana que caracteriza al Golf.
Interior
El interior del nuevo Golf merece una mención especial, ya que por calidad, ajustes y terminaciones es de lo mejor que hemos visto. No hay que ahondar mucho para darse cuenta del exhaustivo cuidado por el detalle, la elegancia de su diseño, o los materiales y acabados de gran apariencia.
Nada más subirnos, percibimos ese ambiente típicamente Volkswagen, de estética sobria y funcional, y con elementos de gran calidad. Por todo el interior se aprecian unos remates casi perfectos y excelentes acabados, con una serie de marcos, ribeteados y molduras rematando cada rincón que añaden un plus de elegancia al conjunto. Las puertas son pesadas y cierran con la precisión y el aplomo de las marcas alemanas.
El salpicadero vuelve a estar ligeramente orientado hacia el conductor, como ocurría en la tercera y cuarta generación del Golf, haciendo que el conductor se sienta protagonista, pero sin olvidar al acompañante, que puede acceder sin problemas a los mandos y controles, y que delante lleva una moldura del mismo material que el resto del cockpit, en este caso un símil acero bastante bonito y vistoso.
La distribución de los elementos creemos que es bastante acertada, con un diseño que amplifica la sensación de espacio. No encontramos la deportividad o apariencia juvenil que sí puede haber, por ejemplo, en un Clase A, pero a cambio el Golf nos ofrece una configuración que aguantará el paso del tiempo sin pasar de moda y que puede gustar por igual a jóvenes y menos jóvenes.
La consola central acoge las dos toberas principales de refrigeración, y debajo está la pantalla táctil -con detección de acercamiento de los dedos- en la que podemos configurar multitud de parámetros y que puede ser de hasta 8 pulgadas. Cabe resaltar el tacto agradable y preciso de las ruedas que cierran y abren los aireadores, y en general de todos los botones del salpicadero.
El climatizador bizona Climatic, situado más abajo, muestra la temperatura en unos displays algo pequeños, pero el manejo de los controles es fácil e intuitivo, no como ocurre en el V40. El freno de mano es eléctrico, hay un pequeño mando para ponerlo y quitarlo, y un botón con la función Hold. También hay una toma de 12v. en la que podemos conectar, por ejemplo, un cargador de móvil.
El marcador sigue llevando las dos sempiternas esferas redondas, aunque convenientemente modernizadas, y encastradas en el laminado de la consola. Entre ellas hay una gran pantalla que muestra los datos del viaje y otras opciones. La retroiluminación es en blanco con las agujas en rojo, y las grafías son clásicas y de fácil lectura.
El volante tiene un diseño moderno, con inserciones en símil aluminio y plástico negro brillante. La zona central está muy ornamentada. El aro es más fino de lo que nos gusta para conducción deportiva, pero tiene un tacto bastante bueno, parecido al de un BMW. En los radios lleva botones para controlar el sistema multimedia, algo normal hoy día, pero el Golf se lleva la palma en cuanto a número de botones, tiene 9 en cada lado!!
Los mandos de la puerta gozan de un tacto y ergonomía ejemplar, todo cae a la mano, nada es incómodo o difícil de acceder, y por pequeños que sean, tienen esa calidad de la que venimos hablando durante todo el reportaje. Eso sí, echamos de menos más zonas blandas o acolchadas.
Delante contamos con una buena amplitud y anchura, sobre todo en la zona de los pies, gracias al aumento de distancia entre ejes que obtenemos con el chasis MQB. Por contra, el techo queda bajo y resta algo de visibilidad, aunque no tanta como en el V40. La iluminación de los plafones del techo es algo escasa.
Los asientos delanteros son cómodos, con una banqueta ancha en la que las personas de talla grande no se sentirán incómodas. Los laterales del respaldo tienen el equilibrio perfecto para sujetar el cuerpo sin llegar a ser incómodos.
Detrás, el espacio que deja la puerta cuando está abierta no facilita mucho la tarea de subirse o bajarse, pero este problema lo hemos encontrado prácticamente en todos los vehículos compactos que hemos probado, sobret todo en el Lexus CT. Una vez sentados, las plazas son cómodas para dos, con un espacio para las rodillas más que aceptable, y un apoyabrazos central bastante amplio con portabotes regulable.
Hay múltiples huecos para dejar objetos: Bajo el volante hay una pequeña guantera con ranura para una tarjeta SD. Es igual a la del Seat León pero de mejor calidad. Bajo el módulo del climatizador, donde antes iría el cenicero, hay uno que sorprende por su profundidad, y lleva una ranura para conectar un dispositivo USB y una entrada jack (imagen).
En la consola central, donde estaría el freno de mano hay un doble portabotes -de los verdad- con trampilla corredera y un pequeño hueco para depositar, por ejemplo, unas llaves. Bajo el apoyabrazos central hay un gran cofre, bajo los asientos, dos cajones que pueden aguantar hasta 1.5 Kg, y en el techo un amplio portagafas (imagen). Todos estos huecos llevan una pequeña alfombrilla de goma extraible.
Las bolsas de las puertas por fin son grandes, rompiendo la incómoda tendencia de casi todos lo coches nuevos en los que estos huecos son meramente presenciales. El nuevo Golf lleva huecos de verdad, con una boca grande y accesible, y en los que cabe hasta una botella de litro (imagen). Además, están tapizados en moqueta y no en plástico duro como es habitual.
La guantera, un elemento a veces olvidado por los fabricantes de automóviles, adquiere bastante relevancia en el Golf, pues alberga el módulo del sistema Infotaiment, con slot para insertar un CD y una tarjeta SD. Lleva también alojamiento para meter monedas y tarjetas, aunque la iluminación es algo pobre. Es refrigerada y la tapa está tapizada en moqueta.
Maletero
En el maletero del nuevo VW Golf encontramos más de lo visto en el interior, unos buenos acabados e impecables remates. Es amplio y muy aprovechable, con una boca de carga baja, amplia y diáfana (imagen).
Tiene una capacidad de 380 litros, ampliable hasta los 1.270 si abatimos los asientos, que están divididos en proporción 60/40 (imagen). Es poco profundo pero ancho y de forma cúbica, y además tiene dos huecos profundos a los lados (imagen). En la puerta hay un alojamiento para los triángulos.
Todo el interior está tapizado con moqueta de calidad, hasta el doble fondo donde está la rueda de repuesto -de galleta- tiene moqueta (imagen). Hay algunas argollas para enganchar pulpos y ganchos en la parte de arriba para colgar bolsas, además de una toma de 12v.
El suelo tiene unos clicks para que la base de madera que tapa el doble fondo se quede encajada y podamos operar bien en el hueco de la rueda de repuesto. Como detalle negativo, solo tiene una luz y alumbra muy poco, quizás sea el unico defecto que podemos ponerle a un vehículo ejemplar.
Motor
El motor de nuestra unidad era el 1.6 TDI, un propulsor que gasta realmente poco combustible, -homologa 3’8 litros- con una potencia de 105 cv entregada de 3.000 a 4.000 rpm y un par de 250 Nm desde 1.500 hasta 2750 rpm.
A pesar de sus buenas cifras, a bajas vueltas se muestra algo pobre, pero cuando alcanza su zona buena, que es amplia, responde muy bien, con suavidad, sin brusquedades y muy lleno. Cuando aceleramos a fondo, sube de vueltas con rapidez, y notamos algo de tirón. La nueva generación TDI del grupo VAG sustituye a los motores TDI bruscos de antes, los del sistema bomba-inyector. Este 1.6 tiene la misma potencia que los últimos 1.9 pero la entrega con más suavidad.
Por último, el capó abre bastante y deja un espacio amplio para acceder fácilmente a todos los componentes mecánicos, aunque eso sí, no hay ni un hueco libre en el vano motor. Nos ha gustado también el tirador de la varilla del aceite, de color llamativo y de gran tamaño, otro de esos muchos pequeños detalles que hace grande este coche.
Conducción
El Volkswagen Golf, es ante todo un coche cómodo y noble de reacciones, que se comporta de forma ejemplar en cualquier tipo de asfalto. Por su filosofía carece de comportamiento deportivo, pero tiene un rodar seguro y fácil para cualquier tipo de conductor.
La posición de conducción es cómoda, con gran espacio para el cuerpo y los pies, y como comentábamos antes, con una magnífica ergonomía y ubicación de todos los mandos y controles. Sorprende la gran distancia que hay entre el pedal del gas -más a la derecha de lo habitual- y el reposapiés izquierdo.
Para tener el motor colgado por delante del eje delantero tiene un comportamiento poco subvirador, imaginamos que se deberá al buen trabajo de la plataforma MQB. Tiene un ángulo de giro bastante bueno, de los mejores en su categoría, y buena visibilidad en todas las direcciones.
Se mueve con soltura en autovía, ciudad y carretera, dando muestra de una extraordinaria comodidad, más propia de una gran berlina que de un compacto de cuatro metros. Transmite en todo momento una gran sensación de seguridad y, a la hora de frenar, el equipo de frenos
detiene el coche con una leve insinuación en el pedal de freno.
Características y Equipamiento
Las motorizaciones disponibles del nuevo Golf son, en Gasolina:1.2 TSI 105cv, 1.4 TSI 122cv, 1.4 TSI 140cv, y en Diesel: 1.6 TDI 105cv y 2.0 TDI 140cv.
Medidas: 4.255 mm de largo, 1.799 mm de ancho, 1.452 mm de alto y 2.637 mm de batalla.
Niveles de Acabado: Edition, Advance y Sport.
Entre la dotación de seguridad caben destacar el sistema proactivo de protección PreCrash, el Freno Anti-Colisiones Múltiples, los reposacabezas WOKS, o el ESP con ABS, EDS y ASR.
Colores disponibles: 3 pinturas monocromo, 6 pinturas metalizadas, 1 efecto perla y 1 pintura especial Blanco Oryx nacarado.
Conclusión
El Golf VII ha llegado con mucha fuerza, puliendo los defectos de anteriores generaciones y demostrando que se puede conjugar la estética con la practicidad y la calidad, argumentos que lo han hecho ser líder desde su aparición hace casi 40 años.
Pocos defectos se le pueden poner a un vehículo que en casi todos los apartados queda por delante de sus rivales directos. Volverá el Golf a marcar la pauta y ser el referente a seguir? Tras esta exhaustiva prueba, nosotros creemos que sí. El tiempo lo dirá.
Si quieres más información sobre el nuevo Golf o sobre cualquier otro modelo de la gama Volkswagen, desde Cultura Racing te recomendamos que te pases por GILAUTO, Concesionario Oficial Volkswagen.
Galería de completa de Fotos
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Texto y Fotos: JuanGa RR.
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